Barcelona derrotó por 4 a 0 al Villarreal en su debut por la Liga de España. Ansu Fati (en dos oportunidades), Lionel Messi (de penal) y Pau Torres (en contra) marcaron para el local.

Tras la bravísima tormenta que tuvo lugar en el receso, el nuevo (¿nuevo?) Barcelona de Ronald Koeman debutó en La Liga y fue con goleada, con una gran tarea del juvenil Ansu Fati y con un tibio Messi.

Aunque se esperaba una renovación tras el pésimo cierre de temporada, desde los nombres iniciales, en Cataluña se notan pocos cambios. La defensa es casi la misma que sufrió la goleada ante el Bayern (salvo Semedo, vendido), De Jong y Busquets repartiéndose el medio, Coutinho y Fati por las bandas y Messi y Griezzman rotando entre la posición de 9 y media punta.

Sin embargo, desde el juego, todo muy parecido al ciclo Setien. Tenencias largas pero sin cambio de velocidad, ritmo cansino y pocas ideas, casi sin participación de Messi en el juego, que hoy se diluyó durante muchos minutos entre los centrales rivales.

Pero enfrente tuvo un rival que hizo que todo le sea más fácil.

Pelotazo al vacio de Lenglet para Alba, pase atrás y buen gol de Fati definiendo fuerte al primer palo.

Tras el primero, a la visita se le derrumbó el plan y el segundo no tardó en llegar. Contragolpe manejando por Coutinho, pase para Fati que volvió a marcar y a empezar a definir el partido.

Poco después, Fati entró al área, Albiol lo bajó, penal y gol de Messi, que volvió a marcar tras el turbulento receso que atravesó.
Encima, antes de ir al descanso, Torres desvió un centro y puso el cuarto en contra.

Así, 4-0, al partido le sobró toda la segunda parte. Solo le sirvió a Koeman para probar algunos jugadores (Dembelé, Pedri, Trincao) de cara al futuro, frente a un Villareal que intentó algún descuento, pero que nunca pudo generar peligro.

Fue final, fue victoria 4-0 del local, que empezó con el pie derecho esta nueva temporada pero que deberá jugar mejor si no quiere que esas nubes negras que hoy parecen alejarse, vuelvan a acercarse.