Las Escuelas Rurales y Las Radios Locales Ganan lugar en esta Cuarentena

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En la provincia de Buenos Aires hay 338 escuelas de educación secundaria en ámbito rural a las que asisten más de 8 mil jóvenes y adolescentes. Desde que en marzo se decretó el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO), la radio cumplió un papel central en el proceso de enseñanza y aprendizaje. “Gracias a la radio, las palabras fueron puentes y atravesaron distancias que de otra manera no tenían la posibilidad de tener una reciprocidad y generar algún tipo de aprendizaje”, cuenta Rocío Gavrila, comunicadora social y referente de Educación Secundaria en ámbito rural continental y de islas de la Provincia de Buenos Aires.

 ¿Cómo continuaron los procesos de enseñanza las escuelas secundarias rurales en la provincia?

– A partir del 16 de marzo, cuando empezó el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio, se puso en marcha lo que se llamó Plan Continuemos Estudiando, para garantizar la continuidad pedagógica. En la provincia de Buenos Aires hay 338 escuelas secundarias en ruralidad, en las que el acceso a internet es escaso o nulo, por eso la radio cumple un papel importante.

¿Cuándo se considera que una escuela es rural?

– Cuando las escuelas o establecimientos educativos se encuentran en un paraje o pueblo de hasta dos mil habitantes. La provincia de Buenos Aires tiene ruralidad continental y ruralidad de islas. En las islas, las Escuelas de educación secundaria están en Zárate, Campana, Baradero, San Fernando, Tigre y Escobar, son 17 escuelas secundarias en ruralidad. Las escuelas secundarias en ruralidad tienen la particularidad de que trabajan en general con jóvenes que no necesariamente son del mismo pueblo, a veces tienen que recorrer distancias de hasta más de 45 kilómetros por camino de tierra para poder acceder a las escuelas, o trasladarse durante más de una hora en lanchas o embarcaciones propias para poder llegar. Y las geografías escolares son todas muy diversas. En el caso de las islas, en Martín García, por ejemplo, los chicos y los jóvenes que asisten a la escuela viven ahí y son la única población joven de ese lugar.

Después, por ejemplo, en Saboya, que es una localidad muy chiquitita del norte de General Villegas, los docentes que dan clases pertenecen a Santa Fe, Córdoba y La Pampa: están más cerca de las provincias limítrofes que del interior de la ciudad donde está la escuela. A lo largo y a lo ancho de toda la provincia, los y las jóvenes que asisten a las escuelas secundarias en ruralidad también trabajan desde edad temprana en oficios y labores propias del ámbito rural, por ejemplo, en Carmen de Patagones, Pedro Luro, Villarino, al sur de la provincia, los chicos se dedican a la producción cebollera, en el sudeste a la producción frutihortícola, en el oeste a la agro-ganadera y así también, oficios propios de la ruralidad como el alambrador, estibador, entre otros. El trabajo es una variable muy presente en estos ámbitos.

Y la secundaria es hoy obligatoria, por lo que las y los jóvenes alternan y reorganizan sus tiempos entre trabajar y ser estudiantes de la escuela secundaria

– En el 2006 se sanciona la Ley Nacional 26.206 y es la que contempla por primera vez la obligatoriedad del nivel de educación secundaria: de primero a sexto año, los pibes y las pibas son sujetos de derecho y la educación obligatoria. Y desde el año 2007, en la provincia de Buenos Aires se establece la obligatoriedad de apertura de ciclo superior en aquellas escuelas que tenían sólo hasta tercer año.

¿Y qué rol tiene la radio en estas comunidades?

– Las comunidades rurales son tan fuertes en términos de vínculos, que generan tejidos de tal manera que vinculan todo el tiempo a los estudiantes con la escuela. La idea de escuela, cultura y territorio está súper arraigada a la ruralidad. Pero, en algunos parajes o pueblos la radio es el único medio de llegada. La radio hasta usada a pilas, porque hay casos en los que la conectividad es escasa o nula.

La conectividad a Internet…

-Claro, y la posibilidad de contar con dispositivos de uso propio para todos y cada uno es imposible. Hay un dispositivo por casa, con suerte, que se lo turnan entre dos o más hermanos y los padres. Entonces la radio cobró un rol fundamental. La radio acercó una vez más a la escuela y a las comunidades. Hay cientos de casos de uso de la radio como estrategia pedagógica, como vínculo pedagógico. En particular, se me vienen a la cabeza dos: en Pehuajó hicieron toda una grilla de los distintos horarios en que ingresaba nivel inicial, nivel primario, nivel secundario, para ir transmitiendo y dictando clases. Pero también se mandan saludos, se dicen que están bien, que llegó tal o cual, que están los materiales, que pasen a buscar los cuadernillos de la escuela, que va a hablar el profe de Geografía. Y otro caso es el de docentes que hacen radio y trabajan mancomunadamente entre las escuelas y las comunidades.

Es realmente un medio de comunicación al servicio del pueblo

– Y sí. Además, los que hace rato dejamos de lado la comunicación como campo de trabajo para dedicarnos a la educación, notamos que la educación y la comunicación son sinérgicas. Y es dar voz, y en la voz encontrar un instrumento que desnuda el ser de las personas en ese «Hola, acá estoy, hablando desde arriba de la cosechadora, tengo poca señal y te mando un mensaje para la radio: avisale a los chicos de 4to que mañana están los cuadernillos». Esas cosas escuchás. Y no importan las distancias. Es llegar. Si bien después la distribución de cuadernillos por ahí se hizo tranquera a tranquera, o paraje a paraje, colaboraron otras redes como los comerciantes de los pueblos, las despensas que abrían unas cajas de cartón improvisando buzones para entrega de recepción de tareas. O un enfermero de una unidad sanitaria que con un teléfono público recibía el llamado de una directora para después ir en bicicleta a avisarle a un pibe que el patrón le autorizaba a salir a buscar los materiales que estaban en la unidad sanitaria. Son historias de comunidad.

¿Cuántos alumnos y alumnas rurales hay en la provincia?

– Los datos se actualizan cada dos años exactos. Pero hoy podemos pensar un estimativo: 8 mil chicos y chicas, como mucho; un promedio de entre 6 y 100 por escuela. También hay casos como en Pellegrini y Pehuajó, con escuelas con matrícula mínima de secundaria, que son 6 estudiantes en toda la escuela.

¿Cuáles son los temas que más preocupan a los jóvenes de las escuelas secundarias rurales? ¿En torno de qué se organizan y nacen los centros de estudiantes?

– Desde los centros de estudiantes se garantizó estar en contacto permanente y generar y promover la participación sin perder de vista la ESI y las políticas de cuidado. Se hicieron desde peñas virtuales hasta distintas actividades propias de la escuela o la presentación de los buzos de la promoción. Desde los centros de estudiantes pensaron desde hacer roperos solidarios, hasta colectas para ayudarse como comunidad, hasta producir materiales propios para tutorear a los estudiantes de los primeros años. Pensemos que son cuerpos que ahora hay que volver a revincular para que vuelvan a la escuela, porque son pibes o pibas que trabajan desde muy chicos. Pienso en los pibes del cordón fruti-hortícola de Necochea, Mar del Sur, Mar del Plata, General Pueyrredón. O también en los pibes que van a variar caballos, que van a alambrar, que van a estibar. La época de la trilla los agarró fuerte, febrero, marzo es la época de cosecha y trilla. Ahora en septiembre hay que trabajar mucho para seguir vinculándonos. No podemos decir “volver” porque la escuela nunca se fue, quedó el edificio a la espera, pero todos y todas directores, docentes, preceptores y auxiliares sostuvieron a la escuela en pie y a pie.

También, desde la línea de centros de estudiantes hicieron videocartas: se grababan y se enviaban videos contando de qué escuelas eran y organizaron la semana de los jóvenes. La radio fue una buena excusa, no sólo como entretenimiento. Es como decir la escuela con voz. Sabemos que, para quien hace docencia, el instrumento principal es la voz. Entonces acá las palabras fueron puentes y atravesaron distancias que de otra manera no tenían la posibilidad de tener una reciprocidad y generar algún tipo de aprendizaje.

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