Newell’s metió un triunfazo ante Central Córdoba en Santiago.

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A veces ganar no es consecuencia del juego. Y la victoria de Newell’s en Santiago del Estero lo certifica. A La Lepra le faltó fútbol, pero le sobró jerarquía. Y con eso fue suficiente

A veces ganar no es consecuencia del juego. Y la victoria de Newell’s en Santiago del Estero lo certifica. A La Lepra le faltó fútbol, pero le sobró jerarquía. Y con eso fue suficiente. Aguerre tuvo una noche donde hacerle un gol fue casi imposible, y un minuto donde aparecieron Palacios, Leal y Maxi alcanzó para definir un pleito que pintaba complicado.

Y el equipo de Kudelka se trajo tres puntos que en la tabla de arriba valen entrar a una Copa, y en la de abajo entrega un alivio que a esta altura empieza a ser definitivo.

Newell’s arrancó dormido. O en realidad los santiagueños lo llevaron de prepo contra el arco de Aguerre. Al equipo Kudelka le costó descifrar el estado de la cancha, mojada y con el césped alto. Central Córdoba vio esas dudas y fue por el gol. Y debió conseguirlo, pero Aguerre, a diferencia de sus compañeros, estaba bien despierto.

El arquero leproso se puso en modo imbatible y tapó tres pelotas clarísimas de gol, esas que desmoralizan al rival. Primero le sacó un cabezazo a Nani; enseguida se hizo inmenso en un mano a mano con Alzugaray, y en el rebote de esa misma jugada, Herrera le dio con el alma y Aguerre se estiró para con un manotazo impedir el grito.

En una cancha donde la pelota era mejor tirarla larga a la carrera, Newell’s se dio cuenta que Palacios y Leal podían hacer negocio. Y no era mala idea, pero el portugués se encandiló en cada ataque y siempre eligió mal, en especial cuando la jugada pedía arco y el atacante no sintió esa ambición de llegar al gol.

Con Maxi desconectado, a la Lepra se le complicó generar juego, y eso que la defensa local no se mostraba tan estable.

Y mientras Newell’s buscaba identificarse con el partido, Aguerre siguió intratable. Le sacó a Nani un cabezazo del ángulo, y desbarató otro cara a cara con Herrera, quien a esa altura empezaba a pensar que hacer un gol iba a ser una tarea complicada.

Hasta que Newell’s tuvo su minuto de jerarquía. Esa que a veces le permite marcar diferencia con rivales con menos chapa. Palacios embarcó a todos, se pudo la pilcha de asistidor y dejó a Leal de frente al Ruso Rodríguez. Y el portugués no tuvo opción, estaba vez le dio de lleno de zurda y con caño incluido puso el 1-0.

Y si estar arriba en el marcador era demasiado premio para la Lepra, ni hablar de injusticia cuando Palacios puso a Maxi cara a cara con el Rodríguez de enfrente, y Nani se llevó puesto el rebote para un 2-0 impensado tras media hora desconcertante del equipo de Kudelka.

En la segunda parte a Newell’s le quedó cómodo jugar a aguantar una distancia que era lejana. Fontanini y Gentiletti desbarataron todos los envíos aéreos y el resultado nunca pareció en peligro. Y con Palacios “tocado” y Maxi errático anotar el tercero no pareció estar en los planes leprosos.

Y el gol en el último centro de los santiagueños fue para demostrar que Aguerre es humano, aunque tuvo una noche de superhéroe.

Fuente: elciudadanoweb.com

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