Manchester City derrotó por 4 a 0 al Liverpool en el Etihad Stadium. Kevin De Bruyne, Raheem Sterling, Phil Foden y Alex Oxlade-Chamberlain (en contra) marcaron para los Ciudadanos.
Tras los festejos, tras la celebración, el Liverpool de Klopp recibió una paliza del City de Guardiola, perdió 4-0 y tuvo una mala tarde en general, frente a un equipo que no lo perdonó en ninguna chance que tuvo.
Ambos con lo mejor, el partido comenzó con un Liverpool siempre mas dinámico, complicando a un City mas estático pero apostando a la línea de 4 volantes detrás de Gabriel Jesús.
Tuvo el gol Salah dos veces; primero con un remate que Moraes tapó y que, en el rebote, Firmino no pudo definir, y después, como si fuera Messi, con un enganche desde la derecha hacia al medio, del egipcio que dio en el palo.
Sin embargo, Gómez le cometió penal a Sterling (leve agarrón), que De Bruyne cambió por gol.
Tras el gol, las corridas de Mané seguían siendo lo más peligroso, picando siempre a las espaldas de Walker, con ambas defensa marcando al límite y dejando demasiado campo abierto.
Así, solo era cuestión de tiempo a que alguno encuentre mucho espacio, y ese fue el City.
Con Liverpool extrañamente mal parado, contra de City, Jesús tocó para Sterling, que entró al área, enganchó y puso el 2-0.
El segundo derrumbó a los de Klopp, que seguirían pangando caro su falta de eficacia en este partido.
Entre De Bruyne y Foden hicieron un paredón y el juvenil inglés marcó un golazo ante la salida de Allison.
3-0 en un partido en el que uno aprovechó las que tuvo y el otro no. Casi 100% de efectividad.
En la segunda parte, el Liverpool tuvo el descuento con Mané y un tiro libre de Arnold, pero no pudo definir y se fue quedando sin resto, mucho más antes de lo normal.
Así, el cuarto no se hizo esperar demasiado.
Otra contra que tomó mal parado al fondo de Liverpool, Sterling volvió a entrar al área y definió, pero la pelota dio en Chamberlain, que terminó marcando en contra.
Tras el gol, fueron todas flores de los de Guardiola, que se vengaron del 3-1 en Anfield a principio de temporada, aunque la temporada ya esté resuelta. Sin embargo, es un fuerte espaldarazo para intentar salir a la conquista de Europa, en una Champions que será atípica.
Los de Klopp, ya sin objetivos (campeón en Premier, afuera de Champions y de FA Cup), solo les queda terminar la temporada para batir records. El partido de hoy fue un fuerte tropezón, ya sin consecuencias, pero fuerte aún. Aunque no son pocos los casos de equipos que han perdido en el partido siguiente a consagrarse. Sin embargo, nada podrá empañar la magnífica campaña que logro para poder coronarse por primera vez en Premier League.