El Millonario hizo el gasto, pero el Fortín acertó en los momentos justos y se impuso por 2-1. El árbitro Merlos tuvo una noche para el olvido.
Vélez Sarsfield ratificó esta noche en el estadio Monumental su buen momento y logró un triunfazo 2-1 ante River Plate, en el marco del a séptima fecha de la Superliga.
Con goles de Nicolás Domínguez y Thiago Almada, de penal, y la figura del arquero Lucas Hoyos, el Fortín sumó su cuarto éxito consecutivo y quedó a cuatro puntos del líder Boca Juniors.
River había empatado parcialmente por un gol de Ignacio Fernández, quien luego falló un penal, mal cobrado por Andrés Merlos, que hubiese significado la igualdad final.
El Millonario y Vélez ratificaron de entrada sus características habituales. Presión alta, intensidad, juego asociado y pretensiones ofensivas.
En un primer tiempo parejo hasta los 25 minutos, con dominio de River hasta los 35 y superioridad de Vélez en los últimos diez, la apretada diferencia en el tanteador se concretó, tras una mala salida de Franco Armani, con una asistencia de Lucas Robertone a Nicolás Domínguez para la carrera solitaria y la muy buena definición con un derechazo bajo y cruzado.
Esta etapa inicial dejó también una polémica. Lucas Hoyos le cometió una falta a Matías Suárez entrando al área, pero Andrés Merlos no cobró el penal.
Pese a las intenciones, no abundaron las situaciones claras. En un partido muy táctico e intenso, además del gol de Domínguez, apenas se vieron dos otras dos chances netas para Vélez -un frentazo de Robertone, tras centro de Janson; atajado con seguridad por Armani al comienzo y una escapada se Maximiliano Romero con remate desviado al final – y una clarísima para River: Nacho Fernández dominó la pelota, se acomodó y sacó un fuerte zurdazo que sacudió el travesaño y luego picó adentro de la cancha.
El equipo de Marcelo Gallardo durante su lapso de dominio llegó con mucha gente al área de Vélez, pero falló siempre en el último toque y careció de explosión.
En cambio, Vélez en su momento favorable evidenció mayor rapidez y efectividad.
Tocado en su orgullo, River apabulló a Velez en el arranque del segundo tiempo. Lo arrinconó contra su arco, le sacó la pelota, le marcó el territorio y lo dejó anestesiado.
Al minuto nomás, Hoyos tapó a puro reflejo un cabezazo del colombiano Borré. A los 10, un zurdazo bajo del incisivo Suárez salió muy cerca.
Y el empate que se veía que iba a caer de maduro, cayó a los 14. Excelente jugada de Martínez Quarta ganándole posición y balón a Domínguez en la mitad de cancha, descargando en Suárez y yendo a buscar la devolución, llegando hasta línea de fondo superando a Giménez y mandando el centro. Nacho Fernández sólo tuvo que empujarla.
Mantuvo la presión y la hegemonía River. Martínez Quarta en una especie de patada voladora de su pierna derecha estrelló un poste a los 21.
Todo favorecia al Millonario. Vélez no reaccionaba, la pasaba bastante mal.
Pero, en uno de los contragolpes del equipo de Gabriel Heinze, una genialidad del pibe Almada fue interrumpida por una infracción de Armani. El propio Almada se encargó de anotar el penal y poner el 2 a 1, a los 35.
Los instantes finales arrojaron más acción. Y polémica con una nueva grosera equitación de Merlos. Remató el chileno Díaz y la pelota pegó en el costado del cuerpo, abajo de la axila a Domínguez. Pero, Merlos, completando su pésima actuación, sancionó penal.
Lo pateó Nacho Fernández y Hoyos ratificó su enorme tarea volando hacia una punta y desviando el penal.
Con las revoluciones a mil y las emociones a pleno, Vélez festejó su cuarto triunfo consecutivo y se ilusiona ante un River que generó, pero le faltó fineza para concretar.