River y Atlético Paranaense igualaron 1-1 por la ida de los octavos de final de la copa libertadores. Abrió la cuenta Bissoli para Paranaense. Lo empato Paulo Díaz, de cabeza, al minuto 90. River fue amplio dominador del juego pero la ineficacia para terminar las jugadas de gol fue el punto más bajo el equipo. Por su parte el equipo Brasileño, que con una sola llegada lastimo a River, termino con un hombre menos por la expulsión de Reinaldo. La revancha será el próximo martes en el estadio Libertadores de América.
River opto por un cambio de esquema más conservador que se explicó en la postura que tomo Atlético Paranaense que decidió salir a jugar con tres delanteros. Paranaense pudo golpear ya a los 3 minutos, cuando en un ataque tuvo un remate directo, de frente al arco, y lo desperdició por encima del travesaño. Con el correr de los minutos, el Millonario se fue acomodando en el campo, con su presión adelantada y Nacho Fernández moviéndose entre líneas y Matías Suárez no dando referencias a los defensores.
Justamente el ex Belgrano pudo lastimar en dos corridas. En una, corrió en soledad hacia el arco, pero un defensor lo alcanzó y llegó a cruzar justo. En otra, gambeteo desde la derecha y su remate salió suave, por lo que fue controlado en dos tiempos por el arquerito de Paranaense. Todo, en el contexto de un duelo áspero, que en el inicio mereció varias tarjetas, pero el árbitro colombiano no supo marcar los límites.
Por ejemplo, en el topetazo de Sosa a Leo Cittadini, que pudo ser expulsión. River fue superior, mantuvo el control de la pelota y se hizo ancho con la proyección de los laterales, pero no generó tanto peligro como en otros partidos de la presente Copa Libertadores. Apenas un cabezazo de Paulo Díaz, de sobre pique, que el guardameta Bento envió por encima del travesaño.
Paranaense salió con otra decisión a la segunda parte. Si bien fue River el que provocó peligro con un intento de Fernández que Suárez no llegó a desviar, y a partir de un tiro de Borré, de a poco empezó a merodear el área de Armani. Y a los 11 minutos, el ingresado Bissoli paró el esférico en el borde del área y, sin una marca celosa, sacó el remate, ajustado, junto a un palo, que decretó el 1-0.Inmediatamente Gallardo apostó por el ingreso de Carrascal por De la Cruz, quien se marchó ofuscado y se lo hizo saber al ayudante de campo Matías Biscay. Y después mandó a la cancha a Julián Álvarez por Borré.
Casi simultáneamente, Reinaldo levantó la pierna de más ante Montiel y, como estaba amonestado, dejó a Paranaense con 10 hombres. El DT lanzó los dados, sacó un lateral (Casco) y llamó a Pratto, tal vez leyendo que en donde más padeció su equipo fue en la finalización. El Millonario apretó a su adversario, pero mayormente con centros o balones cruzados, lejos de su mejor versión. Tuvo la igualdad Carrascal de cabeza, a seis minutos del final, pero la pelota dio en el travesaño, picó en la línea y salió. Pero a los 89′, Paulo Díaz saltó más que todo Paranaense y con un cabezazo impecable sentenció el 1-1.
En el tiempo de descuento River casi lo gana. Un cabezazo solitario de Sosa que se marchó por arriba del larguero dejó al conjunto de Núñez con sabor a poco. Porque se sabe superior a su adversario, en el nombre por nombre y en el linaje. Sin embargo, el empate y el gol de visitante dejaron a los conducidos por Marcelo Gallardo bien posicionados para el duelo de vuelta, que se disputará el próximo martes 1 de diciembre en el estadio de Independiente (el Millonario hace de local allí debido a que el Monumental se encuentra en obras). No es poco en la siempre difícil Copa Libertadores.
River pudo haber goleado a Atlético Paranaense. Pero no estuvo fino en la definición en el área rival. Estuvo en desventaja y lo empató sobre el final. Se trae un empate valioso desde Brasil que deberá validarlo el próximo martes cuando se vuelvan a enfrentar en el estadio de Independiente.
